27/09/2020 - Murió Juan Antonio Tardelli

El domingo en que empezamos a recordar a Cuco Tardelli

Con voz alta llenaba el aire de anécdotas políticas, siempre atravesadas de conceptos, enseñanzas, de contenido. El paso de los años no opacó su juventud. Juan Antonio Tardelli murió este domingo siendo un joven de 88 años.

J. R. 

Como abogado buscó iluminar el rincón oscuro cuando la tiranía verde oliva arrinconó a los derechos humanos. Seguramente lo hacía porque era bueno, y sin dudas también porque tenía una formidable cultura política.

Bastaba mencionarlo por su sobrenombre para saber de quién se hablaba. Cuco. Así se lo conoció entre políticos de los partidos democráticos, militantes, abogados, amigos, contertulios de café de media mañana.

Era como una suerte de reservorio de anécdotas de su partido, la Unión Cívica Radical.

Recordar el contrapunto que solían hacer con Gustavo Lambruschini en peñas de amigos, genera, ahora, un irrefrenable deseo de que exista un lugar, más allá de la muerte, donde sean capaz de encontrarse para continuar los debates, las charlas.

Con el filósofo discutían de política, de historia, del mundo, y lo hacían de tal manera en que, por el modo y el contenido, sólo lo pueden hacer las personas cultas. Esos contrapuntos eran el deleite de los concurrentes a las peñas, los asados, las cenas en clubes o casas.

Las reseñas de su paso por la vida contarán que Juan Antonio Tardelli era hijo de un influyente dirigente radical. Su padre fue diputado provincial, ministro y senador nacional. También él inscribió su nombre en algunas boletas electorales, pero el lugar que le quedaba siempre bien era el del militante, el de orador. Dirán además que era esposo de Venus Caminoa, la primera mujer en presidir el Superior Tribunal de Justicia, y padre de la abogada Fernanda Tardelli y del periodista Antonio Tardelli.

Compraba libros y los leía con fruición. Siempre estaba al corriente de las novedades editoriales y era un buen crítico en ese campo.

Cultivó la amistad dentro del radicalismo y fuera también. Muchos peronistas encontraban en él a alguien con quien hablar de política, y en su mesa no faltaron contrincantes partidarios suyos que valoraron su pasión por la política y el conocimiento de la historia cercana.

La ciudad sufrió, con su muerte, una baja sensible y por eso lamentable. Lamento que se sentirá y que podrá ser afrontado con el recuerdo que deja su persona.

Hace un par de años visitó el estudio de la radio pública de la ciudad de Paraná, donde se registró una entrevista que vale la pena volver a escuchar, y que Revista Contexto ofrece a continuación.