¿Cómo se sabe si una radio es plural? Por el color de sus voces. El éter debe ser una paleta alcanzada por todos los óleos, todas las pinturas. Si al final de un período radial esa paleta posee todos los colores para mostrar sobre su superficie, estaremos hablando de un medio plural. Así es la radio pública de Paraná, donde todos hablaron; donde todos hablan.
Jorge Riani (*)
Los periodistas con sus programas, los entrevistados, la potencia de la antena, el personal que es poco y bueno y por eso imprescindible, el estudio ploteado prolija y graciosamente y también la vista desde la terraza del edificio que permite ver el río, el centro de la ciudad con su recorte de edificios rectangulares y cúpulas antiguas y el verde del anillo que rodea a la urbe por el noreste.
La radio municipal de Paraná queda como un bien colectivo de la ciudad que merece el cuidado de las cosas valiosas. Es una construcción que formó sus cimientos con oficios, prácticas, profesionalismo, pasiones, desvelos, pero también discusiones, tensiones, mufas que nunca faltan en los buenos lugares de trabajo.
Entre sus paredes hemos disfrutado pero también hemos reñido entre nosotros, como ocurre en toda familia donde sus integrantes se amalgaman en una pasión común.
La radio municipal de Paraná es valiosa, no tanto por sus bienes materiales como por ese capital, tan inasible como primordial, que es la pluralidad de voces, la libertad de expresión, el respeto por las ideas, la valoración de la diversidad.
La radio municipal “Costa Paraná” ha sido también la posibilidad laboral para periodistas que se han desempeñados por años en redacciones y estudios de medios audiovisuales, de cronistas, comunicadores, locutores que venían de ver el rostro más cruel de la precarización laboral de algunas empresas periodísticas.
Varios trabajadores despedidos de El Diario, parte de los 85 que recibieron el telegrama de portazo, por ejemplo, encontraron en la radio una posibilidad, mínima sí, pero posibilidad al fin, de subsistencia económica y profesional.
Otros colegas que venían sufriendo las vicisitudes de un tiempo cruel, en términos laborales, hallaron un lugarcito en la radio pública. Y su contraprestación fue enorme y valiosa porque significó la multiplicación de las voces de toda una ciudad.
A esa multiplicación sumaron también aquellos otros periodistas que, sin problemas laborales, quisieron complementar su labor profesional en un medio que se supo ganar el reconocimiento de una ciudad.
Los datos duros de una crónica pueden, a veces, graficar con mayor precisión lo que no se logra a contar con los enunciados, con las consignas y las observaciones de la palabra que siempre son subjetivas.
Decimos mucho de la radio si desplegamos los nombres que pasaron o pasan por sus estudios, conduciendo programas, produciendo contenidos, entrevistando, haciendo locución, leyendo noticias, acompañando, entreteniendo y difundiendo actividades que confluyen en la urbanidad paranaense.
Evangelina Ramallo, Federico Malvasio, Danilo Lima, Antonio Tardelli, Paola Netto, Calos Matteoda, Juan Cruz Varela, Belén Bustamante, Washington Varisco, Roberto Trevesse, Javier Aragón, Marta Segovia, Paola Ponroy, Luis María Serroels, Exequiel Flesler, Virginia Dallacaminá, César Abraham, Ricardo Leguizamón, Gonzalo Nuñez, Alberto Fornero, Ezequiel Re, Mercedes Porqueres, Mario Cati, Guido Tonina, Haydeé Chaparro, Gabriel Bianchi, Fabián Reato, Rolo Martinelli, Octavio Pagliotto, Pamela Penau, Carlos Cismondi, Ana Tepsich, Sergio “Chino” Albornoz, Ulises Almada, Claudio Larrosa y Alejandro Abero, que puso al servicio la experiencia y estructura de la filial Paraná de la Escuela Terciaria de Estudios Radiofónicos (ETER). Esos son algunos, solo algunos, de los nombres que sumaron trabajo, apasionado trabajo, a la radio.
Frente a un gobierno nacional que prefería un Estado retraído, la Municipalidad de Paraná avanzó en que la ciudad tenga su radio y, desde allí, narrar las tribulaciones (o el drama) de un tiempo en que esa retracción estatal se expresaba en despidos de trabajadores del Estado central y la caída de programas federales de salud y educación, como de partidas para medicamentos y viviendas.
Los trabajadores despedidos de Agricultura Familiar, Inta, Inti, Senasa, Renatea, Comisión Nacional de Regulación del Transporte y profesionales de salud que prestaban servicios en programas nacionales aplicados en la provincia encontraron en la radio municipal de Paraná un espacio donde expresar sus reclamos y denunciar tanto la destrucción de fuentes de trabajo como el desguace de programas sociales.
Nunca hubo quejas de los gobernantes municipales, y pese a que el derecho a réplica siempre fue una garantía reconocida por las autoridades del medio estatal, pocas veces los funcionarios cuestionados del orden nacional hicieron uso del micrófono para contestar, desmentir o explicar. Pero los micrófonos siempre estuvieron abiertos.
Cuando se repasa la nómina de entrevistados se descubre que hay una ecuanimidad casi obsesiva y una distribución de espacios radiales que hoy permite mostrar un resultado: todas las voces estuvieron representadas, todas las posturas políticas pudieron decir lo suyo.
La incidencia editorial del gobierno que proveyó de las herramientas legales y materiales para la creación de la radio es igual a cero. El poder político no ha tenido injerencia.
Es justo decirlo, como es objetivo señalar también que una vez que fue creada la radio, su manejo periodístico y artístico quedaron en manos de profesionales que acreditan años de trabajo en medios.
En este punto el gobierno de Sergio Varisco hizo lo que se debía. Eso no debería sorprender ni generar reconocimientos extraordinarios. Pero también es cierto que no abundan los ejemplos de medios estatales, en todo el país, que sean impermeables a los intereses de los gobernantes de turno.
Paraná puede exhibir el logro de la libertad, y seguramente eso pesó cuando el concejal peronista David Cáceres, muy crítico de la gestión del intendente radical, reconoció públicamente la pluralidad del medio municipal. A la honestidad profesional de la radio, Cáceres le contestó con honestidad intelectual de su diagnóstico.
En medio de un panorama demoledor que trazó, Cáceres dijo frente a las cámaras de Canal 11: “Varisco hizo algo bien: la radio municipal, donde están expresadas todas las voces”, y luego centró ese logro en la conducción profesional del medio estatal.
En su discurso de asunción, el presidente Alberto Fernández llamó a derribar los muros que dividen a la sociedad argentina. Y algo similar pudo explicar cuando habló, entrevistado, en la radio pública “Costa Paraná”.
Sí, porque Alberto Fernández fue entrevistado por el programa político de la mañana en la radio pública municipal de Paraná, donde dio precisiones de una construcción política que derivó en la unidad del peronismo y su posterior candidatura.
Fue un diálogo revelador, profundo y cargado de mensajes cuyo alcance se pueden comprender viendo la totalidad de una fotografía histórica donde él aparece con la banda presidencial calzada por su antecesor Mauricio Macri.
Fernández habló en la radio de Paraná como hablaron también el actual gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, Silvina Batakis, Jorge Taiana, Martín Navarro, Jorge Capitanich, Diego Bossio, Daniel Filmus, Eugenio Zaffaroni, Emilio Pérsico y los actuales ministros nacionales Sabina Frederik y Nicolás Trotta, Daniel Arroyo, entre muchos otros dirigentes de aquella oposición nacional. ¡Vaya si contamos con agenda! ¡Vaya si hubo libertad!
También fueron entrevistados, por supuesto, dirigentes entrerrianos y paranaenses de la oposición, como el actual intendente Adán Bahl, José Carlos Halle, José Cáceres, Edgardo Kueider, Laura Stratta, Rosario Romero, Blanca Osuna, Jorge Busti, Santiago Halle, Pedro Báez, Emiliano Gómez Tutau. El primer entrevistado que tuvo la radio fue el gobernador Gustavo Bordet.
¿Qué mostramos con esto? Precisamente que Paraná no tiene una radio que responde al partido del gobierno, fuerte aún ese gobierno cuando entrevistábamos a estos dirigentes.
En fin, todos los referentes de la política entrerriana pasaron por los estudios o fueron entrevistados telefónicamente por los periodistas de la radio pública de Paraná. También los radicales que fueron muy críticos con Cambiemos, como Ricardo Alfonsín, Adolfo Stubrin, Luis Changui Cáceres.
Los candidatos a gobernador o intendente de Paraná pudieron dar a conocer sus propuestas y también las críticas que creían necesaria a las autoridades de cualquiera de los tres estados.
La radio es hija de muchas voluntades y de distintos sectores.
El ahora ex secretario de Medios y Comunicación Ciudadana de la Municipalidad, José Escobar, hizo dos buenos aportes a la radio: la convocatoria a trabajar en la idea y, una vez creada la radio, no pedir nada en términos de comunicación sectorial.
Fue el agente de prensa que menos reclamos formuló, por cierto no tuvo ninguno, y que menos pedido de notas a pesar de ser el vocero de un gobierno municipal.
Jamás me plantearía contar esto hasta que Escobar no estuviera en el llano. Nunca me gustó hablar bien de quien tiene un cargo alto, cuando lo que hizo fue lo correcto. Pero ahora, estando el ex funcionario en el llano puedo contar que su trabajo para la creación de la radio estatal fue determinante.
Cuando decidí armar el equipo para el principal programa periodístico de la radio, sabía el vocero de la gestión municipal que Juan Cruz Varela era uno de los periodistas más críticos de Varisco en relación a la causa que se tramita en la Justicia federal. Y el funcionario a cargo del área de donde salían los recursos para el funcionamiento de la radio permitió trabajar con libertad y no solo no cuestionó a Varela sino que jamás puso reparo por sus opiniones. ¿Hay que agradecer eso? No. Claro que no. Pero no está de más reconocerlo ahora que Escobar no está en funciones.
Federico Malvasio, desde su Página Judicial, con Varela, han publicado como pocos el alcance del juicio contra Varisco. Y el aporte del periodista Malvasio fue su agenda de contactos que hoy permiten mostrar la nómina amplia de entrevistados de todo orden.
Esto que contamos es solo la parte política, la del programa de la mañana, porque la radio cumplió su rol de canal de comunicación en todos los aspectos. Dar cuenta de todo sería imposible por una cuestión de extensión, pero no se puede omitir indicar la generación de contenido que lograron programas como los de Trevesse, Ramallo y Bianchi, y la generación de agenda de Leguizamón. Y así con todos.
El director de la radio, un hombre que anduvo por las tempranas FM de las décadas del 80 y 90, hace varios años ya convertido en jerarquizado de carrera municipal, Rubén Villegas, sumó casi obsesivamente el cuidado de los recursos públicos y la atención a los trámites administrativos para proceder correctamente.
No fue difícil trabajar con periodistas y locutores de renombre, pero hubo que tomar decisiones. Como aquella que nunca se contó hasta ahora y que consistió en poner fin al ciclo de un programa sobre actividades de comisiones vecinales.
El conductor del ciclo tuvo una oportunidad de mostrar lo que prometía, pero hubo un error nuestro que fue no reparar en su falta de experiencia periodística. Eso hizo que la persona desentonara con la responsabilidad periodística y que comenzara a levantar falsas denuncias contra asambleístas y vecinalistas. Creyó que la radio era del gobierno y no estatal y por eso no continuó con su programa.
Habló mal y sin papeles de una dirigente crítica de la gestión, como es Alicia Glausser. Fue llamado a hacer un descargo cuando ya estaba claro que el conductor no quería adecuarse al sistema democrático de trabajo, lo que luego lo llevó, seguramente fue eso, a realizar periódicas reivindicaciones a la dictadura militar.
Se preguntará el lector por qué esa persona llegó allí. Porque su tarea debía haber sido pasar noticias y novedades de las comisiones vecinales, de la que acreditaba conocimiento, y porque luego fue mostrando su perfil completo.
Lo que sabemos es por qué no continuó en la radio: por actitud antidemocrática y antiperiodística. La decisión de su continuidad es privativa de cualquier dirección periodística y se cumplió con responsabilidad.
La radio municipal no quiso tener a alguien que luego se reveló como lo que se reveló, y el director tomó una decisión. Justa a mi criterio.
Hubo que hacer trámites de los más diversos para que nazca la radio pública. Alfredo Pintos renovó todos los trámites necesarios para lograr la autorización de los organismos federales en Buenos Aires. José Garbarino estuvo en cada detalle técnico para que la emisora sea una realidad y pueda llegar a los receptores.
La abogada de carrera municipal Magdalena Maidana aconsejó de la mejor manera para dar marco legal a la creación y elaborar un proyecto de ordenanza que creaba eso que llamamos pomposamente “multimedios municipal”. El multimedio incluye la radio y una editorial de libros que quien firma estas líneas sumó a la idea original.
El intendente Adán Bahl conoció los estudios de la radio cuando estaba llevando sus propuestas de campaña, mayoritariamente aceptadas por el soberano paranaense: los vecinos y las vecinas de la ciudad.
Las declaraciones y los indicios sobre el futuro de la radio y de la editorial son alentadores según las primeras señales, dadas en un momento en que las autoridades se encuentran recién apagando incendios.
Se hizo mucho y mucho queda por hacer. Creo que los principales aportes que pueden hacer quienes manejen de aquí en más los destinos de la radio, será conservar el clima de libertad, la calidad profesional y dar un marco administrativo y publicitario que nosotros no pudimos completar en la dimensión que un medio estatal requiere. También integrar plenamente la comisión de seguimiento del desempeño de Costa Paraná, como lo hizo en su momento el defensor del Pueblo, Luis Garay, que hizo notar los cambios que se requerían para garantizar la pluralidad y la libertad en forma plena.
Las universidades regionales, los sindicatos, los partidos con representación legislativa, las comisiones vecinales fueron invitadas a integrarse, pero logramos que solo algunas se entusiasmen. Igual, la radio fue plural y profesional.
Lo singular de una radio plural es, precisamente eso: la pluralidad en un medio del Estado en un país que en muchos momentos de su historia confundió estatal con gubernamental.
La radio pública municipal “Costa Paraná” es una realidad que se enfrenta a una magnífica prueba como es la alternancia política y el arribo de un gobierno que tiene el desafío de cuidarla y hacerla crecer.
(*) Ex coordinador del Multimedios Municipal de Paraná.