La crisis que trae el virus obliga a redefinir los objetivos de los gobiernos y siembra un panorama oscuro a nivel planetario. Golpeará a las economías sólidas y más aún a las endebles, como la de esta provincia mesopotámica argentina.
Revista Contexto
El Estado buscará ayudar pero esa ayuda solo podría llegar a la mitad de los argentinos. Eso es lo que se desprende de las declaraciones del economista diputado nacional Macelo Casaretto, uno de los referentes del oficialismo nacional al momento de hablar de números y proyecciones económicas.
Antes de que un virus pusiera en jaque a la humanidad toda y su consecuencia preventiva, el encierro de buena parte de los habitantes del planeta en sus casas, los números no eran ya los mejores para un país como Argentina, que el noble eufemismo califica como “emergente”. En verdad, el plan de gobierno de Alberto Fernández habla de una necesidad de emerger desde las profundidades turbulentas de la economía nacional que dejó la gestión del empresario Mauricio Macri.
Ganó las elecciones prometiendo detener la caída, apostar al crecimiento y, con eso, mejorar los índices sociales. Semejante empresa política-social fue tomada por sorpresa por una necesidad más acuciante, imperativa podría decirse: evitar la muerte de miles y miles de argentinos y argentinas de todas las edades. Es decir, preservar la vida porque si se pierde, de eso no hay retorno. Lo otro, lo otro es materia conocida para los argentinos: estancamiento, inflación, desocupación, pobreza, que cada tanto, cíclicamente regresan para recordarnos eso de lo “emergente”.
¿Qué economía nos espera después de esta pandemia? ¿Qué pasará con una provincia como Entre Ríos, que sufre la conformación endeble, históricamente endeble, que a las debilidades propias ahora debe sumarle la debilidad económica a nivel planetario en el que se ingresó por el virus y la cuarentena?
A la respuesta la fuimos a buscar en el diputado Casaretto, que un mes antes de asumir, en diciembre último, en su escaño del Congreso, comenzó a tomar cuerpo la idea de que sería una suerte de vocero del gobierno nacional en materia económica en la Cámara de Diputados de la Nación.
“Lo que hace a la situación económica mundial, ya a principio de años, los organismos internacionales habían dicho que se iba a frenar el crecimiento de la economía mundial. A partir de la crisis del coronavirus, naturalmente se va a achicar ese crecimiento y es posible que la economía mundial tenga una contracción en este año 2020”. La descripción del momento que hace el economista entrerriano, ya a nivel global, es preocupante.
La preocupación no se detiene ahí porque hay para la comarca. “Seguramente esto va a afectar a todo el comercio internacional y a todo el flujo de inversiones. Así que si afecta a las grandes potencias naturalmente que va a afectar más a los países emergentes”. Léase: Argentina.
“En el caso de la Argentina –continuó el diputado– viene desde hace dos años con un achicamiento del PBI, en los años 2018 y 2019, donde la población creció, de modo que el presupuesto per cápita es aún mayor desde el crecimiento vegetativo. En esos dos años, además, aumentó la pobreza y aumentó la desocupación. Por la pandemia, seguramente este año el PBI va a tener una nueva contracción, aunque mínima, quizás en el orden 2 ó 3 por cientos. De cualquier modo hay otras proyecciones que indican que esa retracción será mayor, y lo ubican en el 5 por ciento o más”.
Tras recordar que “cuando Alberto Fernández asumió la Presidencia se planteó parar esa caída y empezar a crecer”, quien fuera ministro de Economía de Entre Ríos hace dos décadas, habló de la redefinición de objetivos, al indicar que “ahora, lo que hay que tratar de hacer es minimizar los daños de esta pandemia mundial sobre la economía nacional”. “Al caer el PBI por tercer año consecutivo van a caer los indicadores de ocupación, va a aumentar la desocupación y aumentará la pobreza”, pronosticó.
Sobre la situación entrerriana hizo un alerta. “Si eso afecta al mundo y eso afecta a la Argentina, por supuesto que eso va a afectar a la economía entrerriana aún más porque la situación de vulnerabilidad va a llevar a que las provincias argentinas tengan todas dificultades, y en especial en este caso Entre Ríos”. Dijo que en el Congreso de la Nación, con gobernadores e intendentes, están apoyando las medidas “para que las consecuencias negativas sean las menores posibles, pero afectar va a afectar a todos los sectores de la población”.
“Todas las medidas que se han lanzado en apoyo a las Pymes o en apoyo a la población pueden llegar a beneficiar a alrededor de 23 o 24 millones de argentinos que, en el mayor de los casos será la mitad de la población argentina. Al resto es imposible alcanzarlo con estas medidas y las consecuencias de las crisis llegan a todos lugares”.