10/12/2020 - Juan Grabois: balance y anuncios

Lo que pasó y lo que viene en el Proyecto Artigas

¿Qué evaluación hace de todo lo vivido por Proyecto Artigas en Entre Ríos? ¿Cómo jugó el frente político que él mismo integra y cuál fue el mensaje para gobernantes y jueces? ¿Cómo sigue la película de Casa Nueva, con actores bien definidos de uno y otro lados, atravesados ambos por el apellido Etchevehere? ¿Qué piensa del hecho de que sus contrincantes hayan aprovechado la acción para mostrarse y perfilar candidaturas futuras, como el caso del ex ministro macrista? Sobre eso y otros interrogantes habló Juan Grabois en una charla mantenida con periodistas despedidos de El Diario de Paraná. Fue duro con la política que intenta jugar a dos puntas. Habló mucho y dijo más.

Jorge Riani

En el libro “Los amnésicos”, Géraldine Schwarz, la autora, cuenta la historia familiar cimentada en base a la mentira, al abuso, al robo. El abuelo se aprovechó del régimen nazi para quedarse con una fábrica de los legítimos dueños judios; el padre se hizo el amnésico para disfrutar del robo y ella, Géraldine, puso su mirada en aquello que se ocultaba en la familia, a la sombra de sus propias miserias humanas y las riquezas materiales apropiadas.

Ser amnésico puede resultar práctico, miserable sí, pero práctico para los ladrones. Lo difícil es tener memoria cuando esa memoria interpela en las miserias familiares. Para mi libro “El imperio del Quijote” entrevisté a muchos integrantes del clan Etchevehere. Dos de ellos me contaron cómo Arturo J. Etchevehere se quedó con el campo Las Margaritas, que había sido de su padre y le correspondía -por herencia- a seis hijas y un hijo.

Y el campo fue, finalmente, del hijo solamente.

Es Las Margaritas, precisamente, convertido ese nombre de estancia en razón social de una sociedad anónima la que expulsó de sus derechos a Dolores Etchevehere.

Me toca, no me toca, me toca, no me toca. La margarita se deshojó negativamente para las mujeres, positivamente para los varones.

¡Qué suerte es ser nieto de ricos y ser varón!

Esto ya fue dicho en otra nota de Revista Contexto. Arturo J. Etchevehere hizo con sus seis hermanas, lo que Dolores -la nieta de éste- denuncia que sus tres hermanos hicieron con ella.

Lo increíble es que uno de los Etchevehere entrevistados se sintió molesto, según parece, o al menos incómodo, con el hecho de que yo haya contado eso en mi libro.

La charla está grabada y la grabación, se había acordado, era para registrar datos para el libro. Amnesia.

Por eso, cuando Juan Grabois dijo algo así como que esa expoliación (no usó tal eufemismo) es muy común en la vida rural (no en la rural en cuanto gente de campo, sino a rural en cuanto a citadinos viviendo de lo que da la tierra; más aún, enriqueciéndose) vienen a la memoria muchas situaciones similares, porque no es una práctica exclusiva del Clan Etchevehere, aunque ellos garanticen un caso caricaturesco, por lo exagerado, de la más rancia burguesía, al decir de Grabois.

En mi familia hubo un tío rico que llegó a poseer varias miles de hectáreas en la verdi-rica provincia de Entre Ríos.

Una vez pregunté sobre el origen de eso que aquel tío tuvo y me dijeron: al campo lo consiguió porque dos mujeres que estaban solas-muy-solas le pidieron ayuda y el tío (luego rico) les dio protección.

Las protegió de él mismo, pensé. Amnesia familiar.

El martes pasado, en que como cada octavo día del último mes del año la Cristiandad celebra el Día de la Inmaculada Concepción, que es uno de los atributos con el que los seguidores de Jesucristo veneran a su madre, Juan Grabois se reunió de modo virtual con periodistas despedidos de El Diario.

Nieto de colonos judíos entrerrianos y de colonos italianos santafesinos, Grabois habló con soltura de la ruralidad como ámbito de una práctica que, según denunció, envuelve a la sociedad argentina y la que definió como “pacto de impunidad”.

Grabois dijo que la política, el propio frente político que él integra y del que es un referente ineludible, va a tener que elegir entre el status quo o el cambio hacia modos de justicia.

Como cuando el activista y diseñador de la colonización social Alejo Peyret le dijo al presidente Urquiza que va a tener que elegir, “porque una de las dos señoras ha de tener que sacrificarse: la estancia o la colonia”, ahora Grabois le dice al poder político: “La vida es una elección y van a tener que elegir”.

Lo dijo así, en la charla con los periodistas, de la que participó esta revista:  

 

  • “Acá existe un pacto de poder. Y ese pacto de poder no se puede romper con las formas tradicionales, yendo a una justicia donde la mitad está aterrada y la otra está comprada. No se puede resolver reclamándole a la política porque hay intereses cruzados. Ustedes saben que Walter Grenón es uno de los principales aportantes de la campaña del Frente de Todos, cosa que me avergüenza, como integrante del Frente de Todos, pero es así. Sin que una acción que pusiera de manifiesto que había hombres y mujeres de este país dispuestos a poner ese pacto de poder, y poner en crisis ese pacto de poder. Decirle a la política: van a tener que elegir; no íbamos a poder siquiera visibilizar el tema. Creo que en eso tuvimos razón, porque lo de Entre Ríos Sociedad Anónima, lo de lavado de activos, lo de la violencia contra Dolores, lo de la sucesión fraudulenta, lo de la escuela agrotécnica, lo del frigorífico Santa Elena, todo está denunciado”.

 

Con esas palabras, el militante social hizo una evaluación de lo que significó el desembarco del Proyecto Artigas, sus cometidos y postulados, sus logros y aquello que él mismo corregiría si se pudiera aplicar el comando z para volver y corregir.

 

  • “¿Qué hubiéramos hecho de distinto? Tal vez ir con un escribano al ingreso, para mostrar que no hubo violencia, ni abuso de confianza, ni clandestinidad”.

 

En uno de los tramos de la charla, Grabois habló también de lo que logró, según su entender, el plan o proyecto que comandó junto a algunas decenas de militantes y a la propia Dolores Etchevehere, que mantuvo atento a todo el país durante medio mes.

 

  • “El hecho tiene todo el componente de la nota amarilla, pero, sin embargo, el pacto de poder, e incluso los primeros días del ingreso a Casa Nueva, los medios tradicionales lo habían silenciado hasta que Etchevehere empezó a hacer funcionar su máquina: y decir, hay una invasión armada, violenta, y convocar a un tractorazo. Nosotros ejercimos un derecho legítimo que nos asistía. Sabían que no era fácil y que podían perder, “salvo que se pudiera voltear el pacto de un golpe, pero tambaleó”.

 

Se puede estar de acuerdo o no con sus diagnósticos o con la profundidad que él le otorga al pacto de poder que denuncia, pero lo que dijo Grabois no es para desoír; más bien es para estar atento:

 

  • “Nadie te pone cinco palos en la campaña gratis, cuatro no sé cuántos eran. Entonces hay cuestiones de una cierta mafiosidad, que son estructurales en la política argentina y que garantizan estos privilegios porque no hay cosas que no se explican: no se explica cómo una estafa tremenda, como la de Sociedad Anónima Entre Ríos no haya indagatoria hasta que todo esto saltó. No se explica lo de la escuela, no se explica lo de los préstamos de Melconian, no se explican los incendios en el Paraná”.

 

Como sea, hace un balance positivo de todo lo que su sector actuó en tierra entrerriana:

 

  • “Nosotros hacemos una evaluación positiva de lo que se logró, sabiendo que iba a tener costos para nosotros desde el punto de vista de la imagen y desde el punto de vista político, porque es muy fácil plantear que hubo una usurpación, y es fácil plantear que acá hubo un ataque a la propiedad privada. Era cantado que iban a plantear en esos términos. Pero también creo que removió muchas cosas: en Santa Elena, en La Paz, en Entre Ríos, y que el ser humano, como dice la canción de Los Redondos, es como la tristeza a la que te acostumbrás: te vas acostumbrando, lo vas aceptando y la cosa va corriendo como el agua, pero se va pudieron cada vez más”.

 

Se hizo cargo de una crítica que dice haber escuchado por parte de militantes y activistas de causas similares, que vienen actuando en la provincia, como los movimientos ambientalistas. Al interior de los movimientos sociales dijo:

 

  • “Si no manejábamos la cosa con reserva no lo hubiésemos podido hacer, por las ramificaciones de ese poder. Eso imposibilitó hacer algunas alianzas”.

 

Fue duro con el propio frente gobernante, al que adhiere y dijo que esta película recién comienza, al indicar claramente que continuarán accionando para cambiar el modo de producción y la reparación de hechos denunciados.

 

  • “Se puede hacer un balance del partido cuando termina. Estamos en el primer tiempo. En el Frente de Todos y en cualquier fuerza política genuina y honesta con perspectiva de transformación, hay una mayoría abrumadora de hombres y mujeres con expectativa de cambio que quieren cuestionar el status quo injusto y después hay una estructura de poder muy dura que es transversal a todo esto. A partir de eso fueron dándose los posicionamientos y está esa idea de que nunca es el momento para cuestionar determinadas cosas. En Entre Ríos el pacto es muy fuerte, y nosotros, y toda la gente que se movilizó por este tema, tenemos la decisión de jugar hasta las últimas consecuencias para romperlo. Con pruebas, sin atacar individualmente, pero visibilizando las complicidades y cómo se compra la impunidad”.

 

Revista Contexto le preguntó cómo se explica que exista un pacto de poder y, a la vez, en medio del fragor de las acciones de Proyecto Artigas, la Justicia cite a indagatoria al Clan Etchevehere y Walter Grenón. Lo explicó así:

 

  • “Porque yo creo que cuando se pone en tensión, en la sociedad, de manera tan evidente, tan fuerte, una situación de impunidad e injusticia; es decir, se pone en tensión la respuesta institucional con la realidad, hay riesgo de ciris de gobernabilidad, y no me refiero solamente al Ejecutivo, sino a un desprestigio tan grande, cuidar la integralidad del pacto de poder puede ser más costoso que, al menos, en pensar algunas respuestas. Yo lo que noté es que hay mucha gente que quisiera hacer las cosas bien y que siente que no puede. La visibilidad hace que algunos hombres y mujeres del Poder Judicial hagan cosas que si no, no podrían hacer. La presión a veces sirve no sólo para hacer cosas que no harían, sino para darle impulso a alguien para hacer algo que quiere y no puede”.

 

En más de un tramo de la entrevista, dejó claro que la película no terminó:

 

  • “Nosotros vamos a ser consecuentes con lo que planteamos: vamos a jugar fuerte. No es que nos fuimos y nos olvidamos de todo y nos vamos a sembrar papas a otro lado. Vamos a ser consecuentes con este caso en particular, porque este caso devela un entramado que es el que nosotros denunciamos como un problema político, social y ambiental de la Argentina: un pacto de poder, agronegocios transgénico contaminante, despoblamiento rural, y todo eso cimentado en una alianza entre los grandes medios de comunicación, la política, el poder judicial y el poder económico. Ese scrum se ha llevado puesto humedales, bosques nativos, el derecho de los pequeños propietarios, campesinos, arrendatarios, de los laburantes, la fuga de capitales. Este caso resume, de manera muy gráfica, cómo opera eso, y cómo los sectores de la más rancia oligarquía, el presidente de la Sociedad Rural tiene vasos comunicantes con el campo popular argentino, a través de los financistas, cosas que explican muchas cosas”.

 

A continuación, parte de la charla que Juan Grabois mantuvo con los periodistas despedidos de El Diario que los Etchevehere tienen en sociedad con empresarios vinculados al gobierno justicialista de la anterior gestión: