12/01/2021 - Días de pandemia

El mundo con el trasero al viento

¿Me contagiaré yo también? Me pregunté que, si este virus ya está peor en Europa, ¿no será que esto va para años? ¿No será que esta es una de esas épocas oscuras que quedan luego en las crónicas de la historia?

Mónica Furlán
Hoy es otro día sola y fregándome las manos cada vez que vuelvo a casa. Como un cirujano: mal, a fondo, a veces con cepillito y todo… aunque cada vez me demoro menos y me olvido más. Entré al baño pensando en Poema, la mujer que corrió la maratón de Nueva York desde Paraná, la maratón virtual. Salió en El Once. Cuatro kilómetros y pico. Yo debería hacer lo mismo, estoy panzona, con la pandemia. Una siempre va al baño pensando en otra cosa. Yo lo hago, al menos. Antes de salir encontré un mosquito escondido debajo del espejo del botiquín. Era un mosquito que había volado hasta un noveno piso, por lo que me pareció injusto matarlo después de semejante esfuerzo, y esperé que de su parte hubiera la misma buena voluntad de no picarme. Me pregunté si el Corona se transmitirá por estos bichitos veraniegos, del verano que se aproxima tan fuerte. Yo no confío del todo en los noticieros, no lo dijeron, parece que no, pero tal vez sea cierto que los mosquitos transmiten el coronavirus. Tan pequeños, tan delgados,… y me dije “oh my God”. Y ya no lo ví más, si no, lo hubiera sacrificado.
¿Me contagiaré yo también? Me pregunté que, si este virus ya está peor en Europa, ¿no será que esto va para años? ¿No será que esta es una de esas épocas oscuras que quedan luego en las crónicas de la historia? ¿Escribirá Riani sobre la pandemia en Paraná? ¿Nos diezmará este virus como una peste negra, como la gripe española pero peor porque esta plaga muta? Digo todo esto porque no confío en la posibilidad de esas flamantes y aceleradas vacunas. Menos si el bicho ya mutó tan rápido. ¿Cuánto más se va a mutar? ¿y hasta cuándo? Si la inmunidad no sirve después de unos meses… Dios santo.
Oh my God. Oh…my God.
El miedo es cansador y como me dijo un soldado de Malvinas: el aburrimiento es al final, un recurso fantástico. -El soldado Barrios, inventó el prende y apaga de los radares a distancia.- Primer día tenés miedo, segundo día tenés miedo, tercero o cuarto, ya estás acostumbrado. Y sí, ya nos hemos acostumbrado al peligro y su acecho, y ahora ya a veces nos sacamos el barbijo por la calle, o usamos de esos finitos que no sirven, o no lavamos las cosas con lavandina cuando venimos del supermercado, o de nuevo comemos con amigos sin saber si el lavaplatos del bar usó una máscara segura cuando tuvo nuestros vasos en las manos. Sin saber si el mozo estornudó con un barbijo blando. O gritó, que se habían olvidado de algo, y las gotitas de saliva, así, más chiquitas que la boca de un mosquito, quizá llegaron con decenas de esas celulitas sobre nuestra milanesa. Decenas de celulitas de proteínas invasoras que han dejado al mundo con el trasero al viento. Por ahora. Oh my God…
Nota: La ilustración corresponde a una pintura de Hopper, de 1952, titulada “Mañana soleada”.